Ayer dimitió Andrea Nahles, líder del Partido Socialdemócrata Alemán, SPD, como jefa del partido y de su grupo parlamentario. El partido socialdemócrata solo obtuvo un 15% en las recientes elecciones europeas, el peor resultado que han obtenido nunca, por detrás del partido de Merkel y de los Verdes.
Nahles ha dimitido porque considera que no cuenta con el apoyo necesario para ejercer sus funciones. Hoy mismo la formalizará en el partido y mañana en el grupo parlamentario. Su decisión podría romper la coalición que forma con la Unión Cristiano Demócrata, que dirige Alemania, a pesar de que su jefa, Annegret Kramp-Karrenbauer, ha asegurado que ellos no piensan abandonar el acuerdo. Si llegase a producirse una ruptura, habría que convocar elecciones anticipadas y pondría en peligro la permanencia en el poder de Angela Merkel.
Nahles ha logrado algunos hitos importantes en la política alemana, como la adopción del salario mínimo interprofesional en 2015, o ser la primera mujer en liderar su formación en sus 154 años de historia. Ha revitalizado la formación y la ha llevado a compartir gobierno con los conservadores, en vez de estar en la oposición. Con su dimisión devuelve la incertidumbre a un partido que ha tenido hasta nueve presidentes desde 2005. Se desconoce quién se encargará de liderar a partir de ahora a los Socialdemócratas.
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