Tenemos un problema importante con el conocimiento de la economía y las magnitudes. No porque sean especialmente complejas, es que en general a la gente parece que no le interesa un pimiento, y los trileros, en sabiéndolo, siguen con el raca-raca.
Hay algunas cifras que escuchamos continuamente estos últimos meses y que tienen todas las papeletas para ser mentira:
1,8% de subida de los ingresos públicos.
Lo van a pagar el 0,5% de los contribuyentes.
Y el 1% de las empresas.
La primera, la subida del 1,8% de los ingresos públicos, si fuera así, sin más, supondría unos 9.000 millones de euros, cuando el gasto público es de unos 480.000 millones en la actualidad. Y tenemos déficits notables como los 18.000 millones de las pensiones, mientras el Gobierno de Sánchez, solo sabe cómo se conjuga el verbo gastar. Con lo que tendrá que ser bastante más para cubrir ese deficit y lo que se le ocurra al señor economista.
Vamos a suponer que esa subida se repartiese íntegramente entre el 0,5% de los contribuyentes. Partimos de todos aquellos que tienen una nómina o una pensión, es decir, unos 27 millones de personas. El 0,5% son unos 135.000 euros. Si ellos pagasen esos 9.000 millones, tocarían a 66.666 euros por barba. Dado que en ese grupo se ha hablado de los que ganan más de 130.000 euros, y que ya les están quitando unos 50.000 al año, si les añadimos otros 66.000, les quedarían unos 14.000 euros para vivir. Sospecho que gracia no les hará, se quejarán o se buscarán un lugar donde no les roben. Así que sí, la subida se repartiría entre todos.
Y he puesto toda la carga sobre ellos, o todos, porque de lo que estoy bastante seguro es de que las empresas no lo van a pagar. ¿Por qué? Porque hacen frente a impuestos reales sobre beneficios que se están moviendo entre el 20 y el 30%. Por muy "patriotas" que sean los del IBEX no creo que sus accionistas se lo permitan. Así es que no sería sorprendente que alguna emigre a Irlanda o Luxemburgo. Las empresas en su conjunto no van a pagar más de unos cientos de millones. Ya lo vimos en el último pulso que tuvo Sánchez con las tecnológicas y se lo ganaron, de momento. Salió tan trasquilado del resultado, que Google montó un centro de operaciones en Portugal, con 1.300 empleos de alto nivel, tras descartar la España del ocurrente Sánchez, que era donde se había planteado en primer lugar.
Conclusión, esos 9.000 millones y muchos más los vamos a pagar entre todos, ni los ricos, ni las grandes empresas, tú y yo. Empezando con los impuestos al gasoil y otros parecidos que están gestando, que al final directa o indirectamente salen de nuestro bolsillo. El gasoil o los peajes del repartidor, lo pagas con la compra de cada día.
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