Bronca en el Parlament

Ya es algo habitual que el Parlament catalán se utilice por los independentistas para hablar de lo suyo, obviando todo aquello que no les interesa. Ayer lo hicieron en la última jornada del Debate de Política General, para apoyar a los CDR que han sido detenidos por presuntos delitos de terrorismo. Al independentismo le ha parecido inadecuada esta detención, han pedido que sean liberados y han cargado contra la Guardia Civil por cumplir con su deber. 

Con los votos a favor de JxCat, ERC, la CUP y la abstención dels Comuns, se aprobó una resolución que apoya la retirada de la Guardia Civil del territorio catalán, por, desde su punto de vista, obviamente, causar temor a la población y coartar la protesta utilizando el pretexto de combatir el terrorismo. Ahí es nada.

Además se trató la reacción que tendrá el independentismo ante la inminente sentencia del Procés que se espera para mediados del próximo mes. Sin saber aún qué pasará, aunque siempre han asegurado que no aceptarán otra sentencia que no sea la absolución, ya han hablado de reclamar la amnistía para los condenados.

La resolución fue apoyada también por los mismos, con la abstención dels Comuns, que en el Ayuntamiento aprobaron movilizaciones si se producía una condena a los acusados por el Procés, pero que ayer aseguraron que tienen que ver qué opción es la mejor, amnistía, indulto o reforma del Código Penal. Se aprobó una tercera moción que avala la desobediencia civil e institucional para responder al Tribunal Supremo.

La bronca se produjo cuando los independentistas conocieron en directo el ingreso en prisión de los CDR en el transcurso de la sesión. Empezaron a gritar libertad, los que quedaban porque la CUP abandonó la Cámara, al negarse el presidente Roger Torrent a suspender la sesión como protesta. Sí que convocó a la Junta de Portavoces que aprobó con el apoyo independentista una declaración en la que se exigía el fin de la represión y la libertad de las personas perseguidas por sus ideas políticas.

Se increpó a los miembros de la oposición, a los que se invitó a abandonar el país junto a la Guardia Civil. Carlos Carrizosa salió con sus compañeros tras discutir acaloradamente con Ernest Maragall y denunciar el apoyo del Parlament a personas que han cometido delitos contra la convivencia en Cataluña y ahora a los violentos.

Sin duda llegaremos al segundo aniversario del 1-O con un ambiente aún un poco más caldeado de lo habitual.